"UN DIA PERFECTO".





Suena el despertador. Son las nueve de la mañana. Tengo sueño. El día anterior estuve en una marcha solidaria (Marsodeto), y fue bastante larga. Estoy un poco pegado.

Hoy es un día especial. Mi hijo pequeño, Manuel, de 11 años, participa por primera vez en el "Día de la bicicleta de Torrijos". Quien lea esto y no conozca a Manuel, le parecerá que no es noticia tan especial, que un niño de 11 años monte en bicicleta. Pero quien sepa la historia de mi hijo, me entenderá a la perfección.

Me levanto. Me asomo por la ventana y miro al cielo. El sol brilla. El cielo azul como el mar. Un día espléndido.

Soy el último de mi casa en despertarme. Desayuno y me acerco a recoger los dorsales. Según me voy acercando a la línea de salida, voy respirando el ambiente festivo. En el control de dorsales gran afluencia de gente. Encuentro a un grupo de amigos de la Asociación Atlética que están colaborando en la organización, y comento con ellos el evento. Retiro los dorsales y regreso a casa.

La cara de Manuel, refleja los nervios y las ganas de empezar a pedalear. Ponemos los dorsales en las bicis y revisamos lo principal, presión de las ruedas, la cadena, los frenos, etc... Una vez preparadas las mochilas, nos vamos.

Llegamos a la Plaza de España, lugar dónde está situada la línea de salida. Manuel se encuentra con algunos compañeros de clase. Intercambian saludos y risas. La plaza está llena de niños con sus bicis, inquietos, dando vuletas alrededor de la plaza, nerviosos, contentos. La megafonía anuncia la salida. Todos colocados esperando el disparo. Preparados, listos, ¡¡VAMONOS!!.

Yo corro a pie, pegado a la bici de Manuel, para evitar que pierda el equilibrio y caiga. La primera parte del recorrido es cuesta abajo. Manuel comienza a toda prisa. Le voy avisando que afloje un poco, que guarde fuerzas para la segunda parte que es cuesta arriba. No me hace caso y sigue deprisa.

Llegamos al avituallamiento, y aprovechamos para descansar. Bebemos y comemos una fruta.
Pasados unos minutos, iniciamos la marcha. Son muchos los participantes, la mayoría de ellos lleva puesta la camiseta azul y la gorra roja que la organización ha regalado.

El pelotón se estira y comenzamos el camino hacia la meta. A Manuel le empieza a pasar factura el esfuerzo anterior y comineza a sentir los primeros sintomas de cansancio. Hay muchas personas animando, aplaudiendo, gritando. Esoso aplausos te dan fuerzas extras. Queda poco para llegar a la meta. ¡Venga Manuel, ya queda poco, apreta campeón!.

Ya vemos la pancarta de la meta. Manuel pedalea los últimos metros con todas sus fuerzas y llega. Manuel y yo nos fundimos en un abrazo y le felicito.

Nos están esperando mi mujer y mi hija en la línea de meta. Nuestras caras reflejan la alegría de un día tan especial.

"UN DIA PERFECTO"